viernes, 27 de marzo de 2015

Restauración





Seguro que era finales de enero
aunque fueran cuarenta los grados centígrados
y densa la población de moscas.
Pero seguro que era finales de enero:
los hombres se acercaron a las ruinas,
se dieron la vuelta para no ser reconocidos
y se las bebieron.
A finales de enero no son habituales
las denuncias
ni las disculpas.
Todavía hay pintores rellenando ese vacío.
Pero cuando descansan un momento,
todo se les borra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario