martes, 10 de marzo de 2015

El escritor hiperactivo


El escritor hiperactivo, a estas alturas de su vida, podía haber escrito ocho novelas y diez ensayos, pero su hiperactividad le impedía sentarse a desarrollar las ideas que se le ocurrían. Cuando quería hacerlo, otra cosa le urgía o satisfacía más: correr, subir una montaña, saltar, acudir a una cita, nadar, sembrar un huerto, viajar. Estas experiencias, a su vez, le inspiraban nuevas historias que, al igual que el resto, tampoco escribía. Intentó hacerlo corriendo, subiendo una montaña, saltando, acudiendo a una cita, nadando, sembrando un huerto, viajando: su caligrafía en movimiento era pésima, por lo que desistía a la línea y media. “Todo esto tiene que salir ya”, dijo, y se pegó un tiro en la cabeza.

2 comentarios:

  1. Es que no veo normal lo mucho que me encantas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hey, ¡¡¡¡gracias, Mara!!!! Acabo de ver este mensaje, siento el retraso en responder.

      Eliminar