viernes, 31 de diciembre de 2010

Tu pasaje, bloque uno


Tu pasaje, bloque uno:
ventanas abiertas de par en par para aves calcáreas
y ventanas con rejas para corredores de bolsa
demasiado adictos al suicidio.
Si me ves por ahí, no me des limosna,
aunque te figures que la necesito.
Tu pasaje es un criadero de contrastes,
sólo eso, no lo olvides.
Parezco seria porque no sé reír.
Parezco insomne porque no sé dormir.
Tú abres las ventanas de par en par
y lo cambias todo de sitio.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Muy activo

Me he venido a la sección de juguetería porque es más popular y menos fría que la mía, y además estoy harto de yogur. Hago destacar mi presencia dando saltitos entre Spiderman y Harry Potter, correteando por las baldas, brillando como nuclear, hasta que, al fin, una niña se fija en mí, me señala y les pregunta, encandilada, a sus padres: “¿No es el bífidus activo más bonito que habéis visto en vuestra vida?”. Los padres asienten, emocionados, piden ayuda a unos amables reponedores para echarme al carro –pues soy inquieto y espontáneo–, y con el esfuerzo de todos menos el mío soy trasladado a la caja rápida, donde una chica nos recibe con la cabeza y la sonrisa ladeada, y se sincera: “Han hecho ustedes una buena compra. Les felicito. Las correas se pagan aparte. Me llamo Amalia”.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Cerillas

Esta mañana todo el mundo estaba en la calle,
todo el mundo, y yo pensaba que, al hacer frío,
si salía un poco el sol solo yo lo vería, y si surgía
un rayo yo lo atraparía para pintar las paredes de
mi caja o para encenderme con él hasta agotarme,
pero todo el mundo estaba en la calle, todo el mundo,
y yo me iba chocando con unos y con otros, con todos,
y ni salió el sol ni dejó de hacer frío y llovía, llovía mucho
y yo ya no valía nada, y me imaginaba con otras dimensiones,
de forma que en una escala bastante mayor, yo sería un bosque
empantanado y en una menor, un embrión de destello ahogándose,
ahogándose, y mis recuerdos se reducen a mi caja, reducida y tan bonita...